Qué es la empatía y para qué sirve

La empatía es la cualidad que poseemos algunas personas para ponernos en la piel de otros. Para comprender y sentir las emociones ajenas.

Podríamos decir que las personas empáticas pueden identificarse con el estado de ánimo que tiene alguien con tal solo escucharlo hablar sobre ese estado.

No es lo mismos ser empático que ser simpático. No lo confundas.

Alguien simpático cuando atravieses un mal momento y lo compartas con él o ella te dirá algo como “ánimo ¡que de todo se sale!” o “qué le vamos a hacer, seguro que lo solucionas”.

Mientras que alguien empático será capaz de entender tu sufrimiento y sin juzgarte, te dirá que te entiende, estará a tu lado para lo que necesites y que no dudes en llamarle a cualquier hora de el día.

¿Ves las diferencias verdad?.

Pero atención, la empatía tampoco hay que confundirla con la compasión.

La compasión es sentir pena por el sufrimiento ajeno.

Pero sin embargo, puedes sentirte feliz y no inmiscuirte ni sentir ese mismo sufrimiento que tiene la persona.

En psicología se dice que la empatía reside en nuestro cerebro en un tipo de neuronas llamadas, neuronas espejo, que son las encargadas de que captemos e imitemos los estados emocionales de nuestros semejantes.

¿Qué es la empatía para las relaciones?

La empatía es algo necesario para todo tipo de relaciones, ya sea amistosa, familiar, laboral o de pareja. Desde luego es algo básico para las relaciones sociales sanas y duraderas.

Si eres capaz de sintonizar con las emociones del resto, de conectar con sus sentimientos, podrás entender mejor su forma de actuar y de esta forma, controlarás mejor las situaciones difíciles y disfrutarás más de las situaciones positivas.

¿No te ha pasado alguna vez que has querido saber qué siente alguna persona?. ¿Nunca has pasado mala noche preocupándote por el problema de alguien cercano?

O mejor… ¿Nunca te has contagiado al ver llorar a alguien?.

Para la comunicación positiva entre dos personas es vital  el entendimiento, y éste se lleva a cabo a través de la empatía.

Poniéndote en el lugar del otro serás capaz de dar las respuestas más acertadas y hacer que la comunicación fluya.

Desde luego, a veces ser empático trae sus desventajas, ya que las emociones del resto pueden influir demasiado en tu estado de ánimo y sentir eso tanto o más que la otra persona. Y esto te lo digo, por experiencia…

Pero no obstante, forma parte de una cualidad imprescindible en el desarrollo de la inteligencia emocional de las personas, así que si eres alguien que empatiza con el resto mi consejo es que no cambies nunca.

Si aún no has sentido esa empatía, te recomiendo que pruebes a desarrollarla y verás cómo cambian tus relaciones.

¿Cómo suelen ser las personas empáticas?

Las personas que somos empáticas nos preocupamos por los problemas del mundo, nos interesa saber cómo se sienten las personas de nuestro alrededor y somos seres muy sensibles.

Realmente nos afecta lo que sucede en nuestro entorno.

Quien posee empatía, suele leer el mensaje no verbal, tienen la capacidad de fijarse en los pequeños gestos que delatan a las personas cuando algo está mal, cuando se sienten preocupados o doloridos sin necesidad de mediar palabra.

También les gusta escuchar, y respetar al 100% los puntos de vista del resto.

Aunque aporten su perspectiva al asunto nunca darán por sentado que llevan la razón y por supuesto, lo harán siempre con mucho tacto y sutileza.

Además, expresan a la persona con la que empatizan que realmente sienten esta misma sensación, que están con ella y después de haber escuchado su problema, buscan juntos una solución o una forma de aminorar su gravedad.

Una persona empática no mira los problemas del resto desde fuera, sino desde dentro, se calza esos mismos zapatos para sentir dónde aprietan exactamente.

¿Aún no has comprendido qué es la empatía?

Pues estoy segura de que este vídeo donde Brené Brown habla de qué es la empatía te dejará mucho mas claro el concepto y te hará entender por qué es una cualidad muy importante para nuestro desarrollo personal.

Espero que te haya servido de ayuda este artículo y que si es así, me ayudes a difundirlo y juntos consigamos crear más y más conciencia entre las personas. A veces alguien necesita un abrazo y tú ahora ya sabes cuáles son las claves para detectarlo.

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¡Ah! Y por supuesto, si tienes alguna pregunta o quieres sugerir cualquier cosa, un poco mas abajo puedes dejarme tu comentario.

¡Un abrazote y hasta la próxima!