Has pasado con esa persona los últimos años de tu vida.
Te acomodaste a saber que tenías alguien con quien compartir tus ratos durante tu tiempo libre, con quien ir a almorzar después del trabajo y salir de paseo.
Cuando surgieron conflictos, intentaste a toda costa resolverlos, pero finalmente, tanto él como tú sabíais que lo vuestro estaba a punto de acabar.
Tranquila, yo también lo he vivido.
Es una situación angustiosa enfrentarse cara a cara con esa incertidumbre y preguntarse mentalmente “¿y ahora qué?”
Compartíais amistades, conocíais a vuestras familias, puede que compartiérais mascotas, hijos o incluso una hipoteca.
Parece que se te cae el mundo, ¿verdad? ¡Todos los cimientos se derrumban!
Por mucho amor que sintierais esa situación no era sostenible y habéis dado ese gran paso.
Sí, lo sé y te entiendo.
El reloj pasa más lento, el teléfono suena menos veces y la cama se hace grande.
Lo importante es que estás aquí, dispuesta a descubrir métodos para afrontar la soledad después de una relación fallida.
Por eso cielo, enhorabuena. Muchas personas ni si quiera tienen la inquietud de buscar solución a esta sensación tan desagradable.
Para empezar, voy a darte 9 consejos y recomendaciones que estoy segura, te van a ayudar a superar este bache.
Indice de contenidos
Consejos para superar una ruptura amorosa
Permite todas tus emociones
Tendemos a huir de ese sentimiento de soledad que tanto nos incomoda.
Queremos salir, beber, fumar, grabar un vídeo para que lo vea él… (¡Ah no calla! Que esto no es la canción de Maluma).
Tú me entiendes. Tenemos varias formas de no permitirnos sentir malestar:
- Negación: No si yo estoy estupenda, es lo mejor que he echo en mi vida, tenía que haberlo hecho antes y todo. – Te dices una y otra vez intentando convencerte…
- Rechazo: No puedo sentirme triste, tengo que reponerme ya. Él no me puede ver así, tengo que ser fuerte. – Te obligas a sentirte bien, ya sea por darle en los morros, por sacar adelante a tus hijos o por rendir a nivel profesional como si nada hubiera pasado…
- Evasión: Me voy a poner un buen taconazo, pintarme los labios de rojo y beber hasta quedar rendida. – Estaría genial el plan si por dentro no te sintieras hecha una mierda.
- Enganche: Me siento hundida, jamás saldré de esta, voy a quedarme en casa llorando para siempre. – Si evitas encontrar formas de encontrarte mejor, estás anclándote a una emoción destructiva de forma innecesaria.
No está mal sentirte mal. Pero no te encariñes de ese sentimiento. Permite que la emoción se marche cuando tenga que hacerlo.
Cuando hay una ruptura, atravesamos una fase de duelo como si de un fallecimiento se tratara.
Hay que dejarse sentir, pero sin agarrarse con uñas y dientes a esa emoción desagradable.
Al fin y al cabo querida, las emociones, como los pensamientos, no duran toda la vida.
Son pasajeros, tienen fecha de caducidad y se marchan (si así lo permitimos, claro).
Acepta lo sucedido
Te daré una fórmula que nunca falla: Dolor x Resistencia = Sufrimiento
Créeme, está 100% comprobada. Cuando no aceptas lo sucedido creas una resistencia a la realidad que no te permite soltar el pasado.
Intenta ver las cosas desde fuera, sin protagonizar la historia, sin hacer un drama en el que tú eres la víctima.
Busca aquellas cosas positivas y los aprendizajes que te ha reportado esta experiencia.
Quédate con los buenos momentos e intenta comprender de forma profunda, que a veces la vida nos arremete y cambia nuestra dirección para enseñarnos que estábamos en el camino equivocado.
Al final, el universo siempre te provee de aquellas situaciones que te van a hacer crecer, que te guían hacia lo que verdaderamente es para ti.
La aceptación es liberadora. No esperes más de esto.
Es un punto y final y aunque tengas que volver a verlo, míralo con los ojos como quien ve pasar un tren al que no quiere subirse porque no le llevará a su destino: sin intenciones.
Vive el presente como si fuera un regalo, disfruta lo que tienes y lo que has tenido sin remordimientos.
¡Es hora de vivir momento a momento!
Pide ayuda si lo necesitas
¡Ay lo que nos cuesta pedir ayuda!
No, no eres una super woman. No, tampoco tienes por qué saber superar esta situación tú sola.
¿Para qué están los amigos y la familia? Busca refugio, encuentra apoyos y desahógate con alguien, no te guardes todas esas emociones porque al final, se enquistan.
A veces la mejor psicóloga puede encontrarse a tu lado: En una hermana, en una madre, en una amiga e incluso, por qué no, en una hija.
No te encierres en ti misma aparentando que no sucede nada cuando lo que en realidad requiere la situación es de un buen abrazo a tiempo, de un buen par de orejas que te atiendan y un buen hombro que te sostenga.
Unidas siempre es mejor. Better Together.
Haz cosas nuevas, crea cambios
Queremos afrontar una ruptura haciendo lo mismo que hacemos siempre.
Atendiendo responsabilidades, rodeándonos de las mismas personas y sin buscar más allá de nuestro vecindario.
Los cambios drásticos merecen ser acompañados en todos los sentidos.
¿Qué tal un corte de pelo? ¿Un look más atrevido? ¿Un viaje a un lugar exótico?
Puede que lleves tiempo queriendo apuntarte a clases para aprender a tocar el piano, o escalar… ¡O qué se yo! ¡Aprender a bailar bachata!
Sea lo que sea, hazlo, porque salir de tu zona de confort te va a reportar grandes beneficios en esta nueva etapa.
Conocerás gente nueva, tendrás una nueva ilusión y por qué no oye, quién sabe qué personas especiales pueden entrar a tu vida como motivación.
Pasa tiempo contigo misma
Así es cielo, seguramente hayas vivido tan entregada que en todos estos años hayas dedicado poco tiempo a estar contigo.
Es un gran momento para conocerte mejor. Para saber qué quieres en la vida y qué no.
Disfruta de tus ratos libres haciendo algo que sólo tú puedes disfrutar.
Es hora de empezar a cuidarte. A darte baños con velitas y música.
A ponerte a bailar como loca frente al espejo. A leer, meditar o pintas cuadros.
Sea lo que sea, ese tiempo que antes dedicabas a tu pareja, ahora podrás dedicarlo a ti misma.
¡Sorpréndete y regálate un capricho!
Escribe un pequeño emociodiario
Terapia de folio. Es como el típico diario que todas escribimos de niñas, pero de mayor.
Dale unos minutos al día y expresa en sus páginas cómo te has sentido hoy, a qué conclusiones llegas, qué tipos de pensamientos son más recurrentes…
Poco a poco y con el avance del tiempo, irás notando como esto se convierte en un arte terapéutico en el que plasmar tus emociones y soltar todas tus angustias o miedos.
Si te hacen llorar tus palabras mientras la escribes, llora. Si te hacen reflexionar, reflexiona. Si te hacen reír, ríete a carcajadas.
Está para eso precisamente. Tu emociodiario se convertirá en tu mejor terapeuta.
Limpieza exterior e interior
Nada como una buena limpieza energética. Yo que soy muy dada a estas cosas, siempre lo recomiendo.
Esconde las fotos. Cambia de lugar los muebles. Compra algo nuevo para tu hogar y dale otro color.
Ventila bien la casa. Ambiéntala con inciensos o palo santo y deja que cambien los aires.
Pon el foco en cambiar tu diálogo interno una vez superado el duelo y procura pasar página.
De nada sirve la culpa, la desilusión o el rencor en estos casos, créeme.
Utiliza tu poder de manifestación
Visualiza tu nueva vida antes de dormir cada noche.
Imagínate recuperada, caminando por la calle segura y alegre, hablando con alguien de forma dinámica y entusiasmada.
Tenemos un gran poder creador y es nuestra imaginación. Si puedes creerlo, podrás crearlo.
Recrea esas situaciones que te gustaría sentir y siéntelas como si ya estuvieras viviéndolas en ese momento de visualización.
Esta técnica es realmente poderosa.
Evita tapar los vacíos con dependencias
Da igual si es con drogas, con ir al gym o con otras personas.
A veces nos aferramos a nuevas obsesiones y procuramos llenar nuestras agendas con tal de superar nuestras rupturas cuanto antes.
Pero… Mec!! Error. Suele terminar en fracaso.
Estamos intentando llenar vacíos con aire.
Y vale, da la sensación de que están cubiertos, pero en el fondo hay un gran hueco.
Es mejor no tener prisa, reconciliarte contigo misma y con tu vida y darle el tiempo y energía necesaria a las otras cosas como buscar pareja, ponerse en forma o divertirse.
Conclusión
La vida son etapas, todos atravesamos distintos ciclos y este, no será el fin.
No te ancles en lo que pudo ser y no fue, mira a la situación de frente y afróntala con dignidad.
Ahora, la asignatura pendiente es el amor propio. ¡Date lo que mereces!
Espero que este artículo te haya sido de ayuda, muchísimas gracias por pasar por mi rinconcito a leerme.
¡Un abrazote enorme y hasta pronto!
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