Muchas veces me preguntan por qué no se sienten satisfechos con sus vidas si aparentemente todo está bien en ellas.
Por qué no se sienten motivados pese a hacer algo que hacen muy bien y que les apasiona hacer.
Por qué no consiguen disfrutar de sus relaciones pese a haber mucho amor y respeto en ellas.
Y para todas estas personas que me escriben y llegan a mis sesiones de coaching en este estado, he escrito este artículo.
A veces, tener una vida donde todo va bien no es suficiente.
¿Cómo encontrar la armonía?
Nos enseñaron a ocuparnos muy bien de encontrar esa estabilidad económica, a hacer bien nuestro trabajo o a cómo comportarnos para entablar una relación amorosa.
Pero nadie se encargó de enseñarnos a alimentar bien nuestro cuerpo, a nutrir bien nuestra alma, identificar y gestionar nuestras emociones y pensamientos o a atender nuestro movimiento/descanso.
- Sucede que cuando no hacemos caso a nuestra alimentación, nos sentimos bajos de energía.
- Que cuando pasamos de nuestras inquietudes espirituales, la vida parece carecer de sentido.
- Que cuando dejamos la radio mental puesta, sufrimos más de lo deseado.
- Que cuando no hacemos ejercicio o dormimos lo suficiente, cada día se convierte en un tormento.
Y ahí reside la clave realmente.
Lo de dentro y lo de fuera deben tocar la misma melodía, deben estar en equilibrio.
Vale y entonces, ¿qué puedes hacer si descubres que interiormente, te has estado descuidando.
Consejos para encontrar la armonía interior
1. Alimentación saludable
Si lo se, cambiar hábitos es difícil, pero créeme, merecerá la pena. En unas semanas estarás más que acostumbrada y tu cuerpo te hará notar los beneficios de ese pequeño gran cambio.
Adiós productos procesados, hola a los alimentos de la tierra. Que si, que si, que tienes poco tiempo, lo sé. Pero te llevará casi lo mismo calentar ese producto al microondas, que prepararte una ensaladita.
Y no, no se trata de sólo comer ensaladas, hay mucha variedad donde elegir: pucheros de legumbres que puedes preparar una vez a la semana, cereales como arroces y pastas, hortalizas y verduras hervidas, al horno…
¡Haz uso de las especias para dar sabor y darle un toque de salud extra a tus platos!
Mi recomendación es que o bien, dediques tiempo y dinero a informarte por cuenta propia o bien, en contratar a alguien que te asesore.
Si decidieras ahorrarte el tiempo de investigación y te animas a buscar ayuda profesional, te recomiendo a mi health coach Ana Dalmau, la cual me ayudó muchísimo cuando de verdad conseguí hacer un cambio en mi alimentación.
Si quisieras ver mi historia y relación con la comida, puedes leerla completa haciendo clic en este enlace.
2. Conexión profunda
O como yo le llamo, despertar a la Diosa Interior que todas albergamos dentro. Sentir nuestra grandeza y admirar la grandeza de todo lo que nos rodea.
Ser capaces de conectar con nosotras mismas, establecer una bonita relación con nosotras mismas y conectar con nuestra intuición.
Sentir el mundo sutil, energético y abrirnos a nuevos caminos de autodescubrimiento.
Para ello, te recomiendo cosas que a mi me funcionan: la meditación, el mindfulness, el yoga, el reiki, la física cuántica, la música, la aromaterapia, las velas, los paseos por la naturaleza en silencio, la atención a los pequeños detalles y la gratitud constante por tu existencia.
Párate a mirar el universo, disfruta de una conversación profunda con una buena amistad o practica sexo consciente.
Si necesitas orientación para todo esto y te sientes confusa, pero curiosa y misteriosamente atraída por mis recomendaciones, si te apetece puedo ser tu guía. Ponte en contacto conmigo desde aquí.
3. Mente y emociones en equilibrio
Esa vocecilla saboteadora no merece tanto protagonismo en tu día a día. ¿Qué tal si la silenciamos durante un ratito?
Para esto, te servirá muchísimo la meditación, pero no es algo que sea sencillo de implementar como hábito en el día a día.
Eso si, te recomiendo probarlo. Adéntrate poco a poco y verás por ti misma los resultados.
Nada mejor que estar en coherencia interior: que tus pensamientos, acompañen tus emociones, tus emociones, acompañen tus palabras y actos.
A veces, pensamos una cosa, sentimos otra, decimos otra muy distinta y nos comportamos de la forma que no queríamos comportarnos.
Conseguir sintonizar con nuestra verdad y dirigir nuestra vida hacia ella es vital para sentir la plenitud y armonía en nuestro día a día.
4. Descanso y movimiento
Habrá quien necesite descansar 5 horas, otros necesitarán 10. El descanso es el momento en el que nuestro cerebro desconecta, se regeneran las células y se recarga nuestra energía, por eso hay que tenerlo muy en cuenta.
No dormir bien durante la noche nos hará pasar los días de mal humor, sentirnos más cansados y no conseguir ser efectivas ni productivas.
Si por la noche no dormiste, acuérdate de reposar durante el día.
¿Y la vida sedentaria? Nos atrofia el cuerpo, nos enquista el alma. No sólo debemos hacer ejercicio para cuidar nuestra salud, que también, sino además, porque a nivel hormonal, emocional y mental nos ayudará a sentirnos más equilibrados.
¿Qué será lo tuyo? El yoga, el baile, la natación, caminar, correr, crossfit, tenis, padel… ¡Qué más da! Muévete y verás poco a poco los resultados.
La actividad física favorece todos los sistemas del cuerpo, ayuda a tu metabolismo, eleva la autoestima, te hará sentirte de mejor humor y con más vitalidad, así que no te cohíbas de experimentarlo.
Espero que leer este artículo te haya dado alguna pista sobre cómo conseguir la armonía y sentirte del todo completa, motivada y plena.
Si es así, te pido por favor que me dejes en un comentario tus impresiones y si quieres, compartas el artículo en tus redes sociales para conseguir ayudar a más mujeres.
¡Un abrazote enorme! Gracias por leerme y hasta pronto preciosa.
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