Podcast sobre tomar el control escrito:
Hola, hola y bienvenido de nuevo a nuestro espacio.
¡Pasa y ponte cómodo! Te estaba esperando… ¿Cómo ha ido la semana? ¿Todo bien?.
Espero que hayas disfrutado mucho, hayas aprendido muchas cosas nuevas y te sientas MUY feliz.
Hoy he estado tomando el sol, vaya calorcito hace jejejeje, ya sabes la de beneficios que nos aporta la luz del sol, y bueno mientras estaba ahí, tostándome vuelta y vuelta, he pensado en la importancia de, no solo tomar el sol, sino también de tomar el control.
Últimamente me encuentro con muchas personas que me cuentan que no son capaces de controlarse y me dicen, que tienen la sensación de no ser dueños de sus cuerpos en algunos momentos. No sé, como que pese a lo que ellos quieren, sus cabezas no responden y terminan perdiendo el control.
Por eso, hoy el “Develop U” va de eso, de los aspectos en los que nosotros, los seres humanos, debemos ser radicales y tomar el control.
Quiero de todo corazón serte de ayuda y por eso hoy pienso poner todas las cartas sobre la mesa e intentar serte lo más franca posible (aunque eso implique decirte cosas que puede que te hieran, advertido quedas jejejeje)
¿Estás preparado entonces? ¡Pues vamos a ello!.
Me gustaría separar 4 aspectos distintos sobre los que debemos esforzarnos y tomar el control. Son los más comunes ya te digo, todos en algún momento nos topamos con ellos en nuestra vida y en ocasiones, nos hemos dejado llevar. Verás como te sientes identificado amigo.
El primero, el miedo. ¿Cuántas ocasiones no habrás perdido el control frente a él? Yo, personalmente… en incontables ocasiones. Uno de los miedos más habituales, el papá de los miedos, el que tenemos hasta en la sopa: el miedo a equivocarnos. Nos hemos dejado llevar una y otra vez por su causa.
Preguntándonos “¿y si meto la pata?”, ¿y si.. me sale mal?” y por estos “y sis” perdemos la oportunidad de saber qué hubiera pasado si nos hubiéramos atrevido. ¿Cuántas cosas maravillosas nos perdemos por miedo “a”?.
Tenemos que meternos en la cabeza que arriesgar no es algo malo, que no hay nada seguro en esta vida por más que queramos imaginar que si lo hay. ¡Va, no te engañes!. Que puede que si no das el paso por miedo a tirarlo todo por la borda, ¡llegue un mal viento y te hunda el barco!.
Hay que intentar, y si se falla, pues mira, no paaaasa nada. ¡Una experiencia más en tu haber!. Es así de simple, a veces se gana y a veces, simplemente se aprende. Luego hay otros tipos de miedos muy usuales, pero claro, todo ellos tienen en común algo, y es que, para tomar el control de la situación, hay que enfrentarse a ellos.
Expónte a ellos, plántales cara y sólo el mero hecho de desafiarles te harán sentir que tú tienes el poder, porque tú lo tienes querido amigo, y no ellos, métetelo en la cabezita.
Luego, las decisiones. ¡Vaya con las decisiones!. ¿Por qué nos cuesta tanto decidir a veces?. Hay personas que son terriblemente indecisas, incluso pasan un mal rato para decidir qué tipo de pan comprar para comer. Y vaya… eso no creo que sea nada positivo.
Vale, hay que valorar y sopesar las situaciones, no te digo que no, pero también hay que tomar iniciativas y ser decidido para todo en esta vida ¿no crees?.
Nos cuesta, nos cuesta precisamente, por el anterior aspecto, porque tenemos miedo a no elegir la opción correcta, pero dime… ¿Es que hay alguna opción correcta?.
¿Quién narices decide eso?. Lo que para mi puede no parecer la mejor opción, para otro si, entonces… ¡No existe una verdad absoluta y rotunda!.
No te preocupes y decide obedeciendo a tu mente, a tu corazón y a tu instinto. Nuestro día a día está repleto de momentos decisivos, desde que nos despertamos, podemos elegir si hacerlo contentos o malhumorados, podemos decidir con qué ropa vestirnos, si tomar un camino u otro al salir de casa, pero luego, al parecer, cuando somos realmente conscientes de que estamos decidiendo, como cuando un amigo nos pregunta qué queremos hacer, ¡nos ponemos en un apuro a nosotros mismos!. Tenemos que aprender a escucharnos para poder tomar el control a la hora de decidir, y para eso, yo personalmente recomiendo la meditación, hablar con uno mismo y hacer confesiones en alto de nuestros estados de ánimo.
Es decir, cuando nos sintamos agusto, felices, contentos… manifestarlo en voz alta: “qué bien me siento”, “qué feliz estoy”… Y si por ejemplo, nos sentimos cabreados, tristes o decepcionados, igual: “qué enfadada me siento con esto”, “qué decepción me ha hecho sentir esto otro”.
Eso, nos ayudará a ser consciente de qué es lo que ocurre por nuestros adentros en momentos normales, lo cual hará que en momentos especiales, sintamos cierta facilidad para identificar qué sentimos.
El tercer aspecto que nos hace perder el control, las dependencias. Todo tipo de dependencias nos hacen regalar la posesión de los mandos a cosas ajenas a nosotros mismos. Ya sea la dependencia a algo o a alguien, nos deja en un segundo plano y oye…¡Esta es tu vida y eres tú y solo tú el protagonista!.
Cuando dejamos intervenir a una circunstancia, por ejemplo, tipo “es que no tengo mucho tiempo ahora para hacerlo” o a un material, como por ejemplo el dinero, estamos olvidándonos de que nosotros somos quienes llevamos las riendas y que finalmente, no dependemos de esas cosas, sino que mas bien, las usamos como excusas.
Aunque nos duela reconocerlo amigo, es así. “No tengo dinero para hacer esto”, ok, pero seguro que puedes hacer algo por conseguir ese dinero que necesitas y conseguir hacerlo ¿verdad que si?. O “no puedo ir porque no tengo coche”, vale, bien, estupendo, pues sal un poco antes y coge el transporte público.
Nos cuesta buscar la alternativa y tomar el control frente a este tipo de dependencias, pero realmente, existen, están ahí esperándonos. Y bueno, ya, el súmun de los súmuns, sobre todo en las relaciones personales, la dependencia hacia el otro llega a ser algo que, no te deja disfrutar al máximo de la otra persona, y ni siquiera de ti mismo.
Una relación, amistosa, amorosa o familiar, sea como sea, es cosa de dos, y se necesita de dos individuos, diferentes, con pleno control sobre si mismos para que realmente pueda ser una relación. Si sólo existe uno que tiene el control sobre todo, en realidad, es una dictadura, no una relación, donde uno tiene el mando y el otro, simplemente obecede.
Si estás ahora mismo en una relación dependiente, escúchame corazón, eso no es una relación sana y debes poner remedio cuanto antes, ¿de acuerdo?. Si necesitas mi ayuda, escríbeme y te daré mis consejos sobre tu caso en concreto, ¿vale? ¡Cuenta conmigo!.
Y el cuarto y último aspecto que nos hace perder el control, nuestras amigas las emociones. Tenemos la mala costumbre de dejarnos llevar por ellas, de dejarlas hacer en nosotros a su antojo. El primer paso para controlar por ellas, es, como ocurría con las decisiones, saber que están ocurriendo. Es decir, ser conscientes de que una emoción ha llegado a nosotros y está invadiendo nuestro cuerpo: “Me siento cabreado” o “me siento eufórico”, manifíestalo en voz alta, escúchate decir lo que está pasando en tu cuerpo en ese instante.
Pregúntate: ¿cómo me siento?, ¿qué me ha hecho sentirme así?, ¿realmente es necesario sentir esa emoción tan extrema?. En ocasiones, las emociones son positivas, son beneficiosas para nosotros y por ese motivo, las aceptamos genial. Ok, bien, me siento feliz, ser feliz no me hace hacer tonterias (en la gran mayoría de ocasiones vamos…).
Sin embargo, cuando siento ira, envidia o celos, por ejemplo, la sensación que recorre mi cuerpo es negativa, me hace sentirme mal conmigo mismo y por eso, debemos tomar el control sobre estas emociones, no dejarlas embriagarnos y ponerlas freno. La meditación, la respiración y la empatía te ayudarán en este caso. Yo personalmente, medito desde muy jóven, me tomo aunque sea 5 minutos de mi día a día para dejar mi mente en blanco, para practicar la atención plena, la visualización creativa…
Y eso, lo creas o no, colabora para blindarme ante esas emociones negativas. ¿La respiración?, lo mismo, nos hace pasar unos segundos calmándonos, haciendo lo único que de verdad no podemos parar de hacer nunca mientras vivimos, tomar oxígeno. Tras 30 segundos de respiración consciente, seguro que ves las cosas de otra manera.
Y por supuesto, con la empatía, serás capaz de salir de tu visión egoista, porque si amigo, solemos ser egoistas cuando estas sensaciones negativas nos invaden y pensar en nosotros mismos.
Empatizando, veremos la situación desde los ojos del otro y podremos llegar a comprender cómo se siente al estar en el otro lugar. Mucha gente, al cabrearse, pierde, no solo el control, sino también los nervios, y terminan gritando como energúmenos. Si es tu caso, mírate desde fuera y ponte en el pellejo de la persona que está contigo en ese momento.
¿A que no es plato de buen gusto?. Además, para ti que gritas, estás desperdiciando una cantidad de energía insospechable que perfectamente podrías invertir en otras cosas más positivas, como por ejemplo, en resolver ese conflicto que taaanto te ha alterado.
Así que amigo busca la manera de tomar el control y no te dejes llevar por estos cuatro aspectos tan aparentemente poderosos. ¡Tú si que eres poderoso hombre! ¡Que nada te haga perder los mandos!. Vive sin miedos, decide con firmeza, depende de ti mismo y no te abandones a tus emociones.
Eres dueño de tu vida y tu vas a decidir afrontar tus miedos, dejar atrás la indecisión, ser independiente y emocionalmente estable ¿a qué si?.
Pues eso ha sido todo por hoy, espero que te haya gustado el Develop U de hoy y si es así, me encantaría que me lo hicieras saber. ¿Cómo?. Pues con un “me gusta”, compartiéndolo o comentándome por aquí abajo.
Ya sabes, si tienes alguna pregunta para hacerme, te gustaría compartir alguna experiencia conmigo o simplemente, darme alguna sugerencia para mejorar este programa y hacerlo más útil, adelante, ¡bienvenido sea!, escríbeme por aquí abajo, te estaré muy, pero que muy agradecida, que lo sepas.
Por mi parte, solo queda despedirme, decirte que te espero el próximo viernes a las 19:00 hora española, 14:30 de medio día en Argentina, 13:00 en Miami y 12:00 de la mañanita en Colombia, ¡no me faltes! jejeje. Y si no puedes esperar hasta entonces, nos vemos en mi página web.
Te deseo que pases un genial fin de semana, que lo disfrutes a tope, que aproveches para hacer esas cosas que tanto te gustan y bueno, que hagas lo que hagas, lo hagas con total control sobre ti mismo. Te mando un súper abrazote enorme cargado de buena vibra. ¡Hasta el próximo viernes!.
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