Definición de Mindfulness

Cuando me alguien me pregunta qué es el mindfulness suelo responder que es esto.

¿Esto? ¿El qué? – Me responden.

Mindfulness es consciencia plena o atención plena, es vivir en el aquí y en el ahora.

Concentrarse en lo que sucede en nosotros y en nuestro alrededor y saber renunciar al ruido y las distracciones.

Es hacer foco en lo que ocurre ahora mismo.

Para mi, mindfulness es una forma de vivir, más intensa, más consciente y armoniosa.

¿Mindfulness es lo mismo que meditación?

Uhmm… Pues no exactamente. Es una forma de experimentar la realidad de forma consciente en todo lo que eres, sientes, sucede, dices y haces a través de la atención plena.

Nos aporta fuerza vital y nos ayuda a disfrutar intensamente de nuestra existencia.

Efectivamente, puede llevarnos a momentos meditativos o incluso, utilizarse para llegar a un estado de meditación en el que nuestra mente quede en blanco y simplemente nos dediquemos a ser.

¿Puede todo el mundo practicar mindfulness?

¡Por supuesto que si! Tú también puedes hacerlo y en cualquier momento.

Mientras te alimentas, en una conversación, paseando o incluso, fregando los platos. Cada momento de vida en este planeta es un regalo y se trata de concebirlo, de ser capaz de estar consciente de cada segundo que vives.

5 Ejercicios o Prácticas cotidianas de Mindfulness

1. Una ducha por la mañana: Ser consciente de cómo el agua recorre tu cuerpo, sentir su temperatura, su textura, notar cómo se abre camino por tu cabello, cómo moja tu cara y te ayuda a desperezarte. Escuchar atentamente su sonido al caer al suelo, al salir del grifo… Respirar tranquilamente mientras la disfrutas. Sentirse agradecido por vivir ese instante. Prestar atención a cómo acaricia tu piel. Poner los 5 sentidos durante tu ducha es una práctica cotidiana sencilla de mindfulness que puedes realizar cada día.
2. Tumbarse y respirar: Buscar 10 minutos al día para tumbarte en un sitio cómodo y prestar especial atención a tu respiración. Sentir cómo entra el aire por tu nariz, imaginar cómo atraviesa tu garganta y llega a los pulmones regalándoles el oxígeno que necesitan. Sin prisa, y cómodamente, vaciar poco a poco tus pulmones y conscientemente, exhalar el aire por la boca, sintiendo su calidez, dando gracias por ese maravilloso acto. Ser consciente mientras tanto, de cada parte de tu cuerpo, sentir que con esas respiraciones, cada vez más, destensas todos los músculos de tu cara, de tus brazos, de tus piernas, de tu torso. Ir relajando el cuerpo mientras respiras y ser consciente de ello.
3. Comer: Experimentar cada sensación que aparezca por tu boca. Saborear bien cada alimento, respirar tranquilamente mientras comes, percatarse del aroma que desprende y la textura que tiene. Masticar tranquilamente y sin prisas, escucha cómo suena la comida en tu boca al ser masticada y no te olvides disfrutar cada bocado. En definitiva, alimentarte con los 5 sentidos, sintiendo gratitud por vivir ese momento y disfrutándolo al máximo.
4. Pasear al sol: Paso a paso, sentir cómo tus pies se sincronizan y van plantándose en el suelo ritmicamente. Sentir el sol en tu piel, ese calor tan agradable que desprende, la luz y su tonalidad amarillenta. Busca sentir la brisa, por muy leve que sea, siente cómo mueve tu cabello, como acaricia tu piel en su paso. Escucha atentamente el sonido de la calle o del campo, atiende a los pájaros, los niños, los coches que pasen. Todo detalle que ocurra es importante. Nota cómo bombea tu corazón a cada paso, el movimiento de todos tus músculos. Vive el paseo de forma intensa, plena y consciente.
5. Observar a un ser querido: Atento a cómo se mueve, cómo habla, a los gestos que hace… Escúchalo atentamente, no para responderle, sino para comprender la profundidad de cada una de sus palabras. Mira como se expresa. Dale un abrazo y disfruta de su olor personal. Toca su piel y siente su cuerpo. El mindfulness también se practica en compañía y éste puede ser un buen ejercicio para comenzar a realizar en tu día a día.

¿Qué beneficios te puede aportar el Mindfulness?

• Disfrutar de las pequeñas cosas
• Vivir en el presente
• Relajarte y liberar tensiones
• Sentirte más positivo, más vital
• Quitar importancia a los problemas
• Calmar la mente y el alma

Esto sólo es un ejemplo de lo que practicar Mindfulness puede aportarte, pero estoy segura de que tiene muchos otros beneficios, y que dependiendo de cada persona, aportará unos u otros.

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Si te apetece empezar ahora mismo haciendo alguna de mis meditaciones guiadas de mindfulness, te dejo por aquí abajo dos. Cuéntame en los comentarios qué te han parecido y si te han sido de ayuda. ¡Gracias y hasta pronto!

 

Meditación Mindfulness Guiada

Mindfulness para la Ansiedad y la Depresión