Hace unos días me descubrí a mi misma sin permitirme expresarme.
Es cierto que no puse consciencia en ello hasta que no escarbé dentro, pero en el fondo, sabía que había algo en mi bloqueado y conocía muy bien en el momento que sucedió ese bloqueo.
No me dejé fluir en una conversación y reprimí lo que mi alma por dentro quería compartir con el mundo.
¿Por qué no lo hice?
- Miedo a que ser juzgada.
- Miedo a parecer una sabelotodo.
- Miedo a hacer daño con mis palabras.
Pese a que:
- Aparentemente no me importa el qué dirán.
- Tengo consciencia de que no se nada y que sólo hablo de mis experiencias.
- Hablo siempre desde el corazón y cuido mis palabras que que no ofendan.
Hoy leyendo a Wayne Dyer en su libro “La fuerza del espíritu” me encuentro con el siguiente párrafo:
¡Y qué razón tiene! Desde luego, siempre he pensado que soy yo quien se aprueba y no el resto de personas.
Pero aquél día algo pasó. Era un tema delicado y sensible donde intervenía el tópico típico a coger con pinzas “la maternidad“.
Podría haber expresado lo que quería sin ningún problema, transmitiendo en todo momento desde el amor y mostrando mi intención de aportar, de ayudar.
Pero me cohibí y posteriormente, caí en la cuenta.
¿Resultado? Bloqueo del quinto chakra y un “virus” agarrado a la garganta. ¡Noooormal! 🙄
Qué papel juega nuestro subconsciente en el día a día
Y no sólo fue esa la causa de ese bloqueo energético, sino que ya, investigando me encuentro con que desde niña fui silenciada.
En mi subconsciente, y probablemente también en el tuyo, resuenen frases tipo “esto no se habla de puertas para afuera” o “calladita estás más guapa“.
No es culpa de nadie, la culpa no existe. Pero estas frases hechos forman parte de nuestro inconsciente colectivo. Llevan con nosotros cientos de años, es algo cultural.
Y estas frasecillas entrarán en escena de forma inconsciente cuando menos te lo esperas, hay que asumirlo.
Como hay que asumir que también es digno de reconocer cuando suceda y hacer consciencia de ello. Sólo así podrás liberar eso que te has guardado y que anhelas expresar.
Exprésate desde tu lado más amoroso, con compasión y sin afán de tener la razón, siempre hablando desde tu experiencia.
Por si no lo has notado, este es un autopost, un recordatorio mental para reafirmar lo sentido, representar lo ocurrido y sanar lo no sanado.
Poco más que decir sobre esto, definitivamente, ese juicio, ese miedo y esa herida era mía, no de las personas con las que conversaba.
Seguramente me hubiera expresado libremente y las personas que me acompañaban ni me hubieran juzgado ni se habrían sentido heridas…
Plantéatelo preciosa, casi siempre, todo son proyecciones de algo que tenemos dentro, que no reconocemos, pero que está ahí. Esperando silenciosamente que llegue su turno de ser sanado.
Un abrazote enorme y feliz momento presente.
Mayca dice
Muy bueno Lorena ,me identifico con el post y el mensaje que nos cuentas y además estos días incluso me empieza a doler la garganta (ya sabes los chakras ,bloqueos ..)
Sabes lo que has compartido lo viví en exceso de pequeña por que si hablaba creo que “subía el pan” osea que no gustaba en mi ambiente tanta asertividad de una niña y al final entre la educación familiar y la educación escolar con monjas que incluso me castigaban por hablar y reír opte por cerrar la boca y mucho llevo así pero esto ya va a terminar definitivamente.
Un abrazote y comunicar de forma sana y amorosa pero libre.
Lorena Molinero Martín dice
Wow Mayca, con tu historia también debes de “sufrirlo” mucho hoy en día. Me alegro de que hayas creado consciencia y arrojado luz sobre esta cuestión. ¡Mil gracias por pasarte por aquí a leer y dejarme tu comentario! Un abrazote gigantesco cielo, y como bien dices, a comunicar se ha dicho 🙂