Lo más común en estos casos es que te eches las manos a la cabeza y digas ¿cómo narices se hace eso?.
Cuando uno fracasa, se siente MUY plof y parece incapaz de ver algo positivo en el asunto.
Pero todo es cuestión de práctica, incluso esto. Fracasando se aprende a sacar el máximo partido a los fracasos. A usarlos para impulsarte y sobre todo, para la siguiente vez, te equivoques de manera distinta.
Quien no conoce el fracaso no conocerá el éxito.
Entendiendo, que la palabra éxito tiene un significado diferente para cada persona, claro.
3 Preguntas Poderosas que Hacerse al Fracasar
Si has pasado recientemente por una de esas situaciones en las que crees que has fracasado, entonces, te invito a que te plantees las siguientes preguntas:
¿Qué puedo aprender de esta experiencia?
¿De qué forma puedo hacer de esto algo positivo?
¿Cómo me va a ayudar a mejorar como persona?
Busca la forma de darle sentido a cada error que cometas y entonces, no será en vano.
Porque anclarnos en lo ocurrido nunca será buena opción, mejor encontrar la manera de exprimir el jugo a cada experiencia, por muy negativa que haya sido.
Entonces, algo importante para comenzar es:
1. Aceptar y reconocer el error.
Ok, nadie es perfecto. ¡Y menos mal! Todos tenemos derecho a equivocarnos y también, por supuesto a fracasar en nuestro intento. Una de las cosas positivas para reflexionar es precisamente eso, que al menos, lo intentaste.
2. Encontrarle el sentido.
Todo en esta vida nos sucede por alguna razón. Algo nos quiere enseñar, una lección debemos extraer, por lo tanto, hemos de ponernos manos a la obra y buscar en nuestro interior. Quizás, preguntas como las anteriores nos sean de ayuda para esta tarea.
3. Declararse no culpable.
Perdonarnos a nosotros mismos, soltar y dejar ir aquello que nos salió mal. Es hora de volver a darnos una nueva oportunidad, una nueva oportunidad para encontrar el éxito o para volver a fracasar, qué más da.
Espero que te haya sido de ayuda éste pequeño artículo, si es así, déjame en un comentario tu opinión y comparte en tus redes sociales para que llegue a más personas.
¡Dejemos de demonizar al fracaso y convirtámoslo en una honra! 😉
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