Hace años mi relación con la comida era una especie de tortura. Pensar en lo que debía comer y no me gustaba y lo que comía y no me hacía ningún bien me hizo gastar mucha energía mental y física al sentir dentro de mi mucha culpa y en parte, cierta irresponsabilidad.
Desde niña el momento de comer no fue un momento agradable, sino todo lo contrario. Era un pulso constante con mis padres y un auténtico teatro de discusiones. Faltaba ver cómo se bajaba el telón después de todo aquel despliegue de gritos e imposiciones.
No tenía ni idea de lo que se sentía al tener una relación saludable con la comida y en realidad creía que nunca lo haría. Hasta hace poco: 3 años atrás comencé a reconciliarme con ella.
He comido por ansiedad (siempre cosas poco saludables, como snacks salados y refrescos de cola), también he vomitado por nerviosismo y he sido capaz de alimentarme días y días a base de fritos, pizzas o salchichas. Quizás te sientas identificada en alguna de estas partes de mi historia con la comida.
Hoy por hoy, me he pasado al veganismo. No sólo por ética, sino también porque mi cuerpo me lo pedía a gritos. Cada vez la carne me sentaba peor.
En mi vida imaginaría que yo, la chica “antiverduras”, se alimentaría mayoritariamente con ellas. ¡Alucinante!
Pero bueno, no quiere decir que ésta opción que yo he elegido sea la mejor para ti, únicamente quería mostrarte que es posible cambiar. Si yo lo he hecho, tu también puedes hacerlo.
Lo mejor es estar bien informadas, gestionar nuestras emociones adecuadamente, y con ello empezar a llevar una alimentación saludable y agradable, sobre todo que la disfrutemos.
Pasemos entonces al tema principal.
Mis 10 consejos para sanar su relación con los alimentos
1. Aprender cosas básicas sobre nutrición:
Saber si un alimento es rico en proteínas, aminoácidos, carbohidratos, fibra… y lo mejor, saber en qué influye en nuestro cuerpo su ingesta y en qué medidas necesitas de cada uno. En mi caso, me ha ayudado muchísimo contar con los servicios de una Health Coach. Escríbeme si quieres su contacto 😉
2. Respeta las horas de comer y procura hacerlo siempre a la misma hora:
Eso evitará que llegues a la comida con demasiada hambre y quizás, piques algo antes.
Haz la hora de cocinar agradable mediante la compra de alimentos de calidad. Busca en los mercados locales y en los pasillos ecológicos del super. Innova a la hora de cocinar un alimento, se creativa y busca recetas apetecibles.
3. Que sea un buen momento para ti:
Escucha música mientras cocinas. ¡O un podcast de algo interesante! O aún mejor, practica mindfulness. Lo importante es que no lo hagas a desgana y pongas en esa comida tus malos pensamientos.
4. Haz de la hora de comer una experiencia encantadora y agradable:
Evita la distracción de la TV, del teléfono, o de cualquier otra tecnología mientras comes. Pon tu atención a los sabores, el ambiente, los olores y la compañía.
5. Sé consciente de cada bocado y agradécelo:
Es una fortuna poder alimentarnos a diario y sentir gratitud por la comida es una de esas cosas que te multiplica la felicidad. Lo damos por hecho, pero es una suerte alimentarnos y decidir con qué alimentarnos cada día, ¿no te parece?
6. No te recompenses por los logros con la comida:
¡Tampoco con el alcohol! Eso de “me merezco un premio” está bien, cuando se trata de una experiencia o un capricho saludable. Pero si es algo no muy sano, más que una recompensa se convertirá a la larga, en un castigo.
7. Haz versiones saludables de tus “golosinas” favoritas:
Para que puedas disfrutarlas sin desencadenar el ciclo de culpa emocional de la comida. Por ejemplo, si te gustan los helados, hazlos caseros tú misma con frutos rojos y te chuparás los dedos.
8. Termina la cena con una experiencia dulce:
Pero no, no de esas que llevan chocolate y virutitas por encima. Trata de tomarte un baño de espuma, leer unabuen libro, acurrucarte con tus mascotas o con tu pareja o darte un masaje de manos con tu crema favorita.
9. Crea consciencia del por qué:
Empieza a tomar consciencia de las razones emocionales por las que recurres a la comida preguntándote: “¿Cómo me siento ahora?” “¿Qué puedo hacer para sentirme mejor?. Si te sientes ansiosa, prueba a liberar ese malestar haciendo algo de ejercicio, bailando con tu canción favorita a tope o meditando 5 minutitos.
10. Atrévete a probar cosas nuevas:
A veces nos negamos a experimentar y puede que nos estemos privando de grandes sensaciones para nuestro sentido del gusto y nuestra salud. Juega con las especias, prueba esa fruta que llevas año viendo en los mercados y que tan rara te parece y dale una oportunidad a los restaurantes con opciones vegetarianas o veganas para salir a cenar fuera.
¡Espero que estos consejos te sean de ayuda! Cualquier pregunta que te surja, estaré encantada de responderla.
Un abrazote enorme y hasta pronto
Beatriz Magaña dice
Gracias hermoossaa por compartir
me vi en tu historia
y ya he puesto en practica algunas de tus recomendaciones
las que no conocia me vana complementar lo que estoy haciendo para
volver al vegetraianismo( ya lo hice hace muchos años)
Lorena Molinero Martin agradezco infinitamente tu aportación a mi vida
saludable y llena de amor
yolanda dice
Hola Lorena podrias facilitarme los datos del Health Coach que te ayudo , yo me veo incapaz de hacerlo sola.
Lorena Molinero Martín dice
Claro que si cielo, puedes contactar con ella a través de su web: https://anadalmau.com/ 🙂 Dile que vas de mi parte.
No te preocupes porque es muy normal no poder hacer los cambios una misma, hay que saber pedir ayuda a los que saben cuando es necesario así que siéntete orgullosa de dar el paso.
Gracias por pasarte a leerme ¡Un abrazote cielo!
Natalia dice
Que hermosa en tus fotos y que maravilloso el post. Gracias
Lorena Molinero Martín dice
Muchísimas gracias preciosa 🙂