Una de las prácticas que más hacen falta para cortar por lo sano con aquello que no necesitas es el desapego, pero a veces practicarlo no es sencillo, por nuestra educación y por nuestra falta de costumbre.
Todo lo que nos deja ver la patita de la incertidumbre nos asusta y deshacernos de cosas con las que hemos vivido durante años, puede hacernos sentir miedo.
El desapego resulta en una liberación emocional muy agradable, nos hace ligeros y nos permite fluir con la vida.
¡No nos equivoquemos de concepto!
Sentir amor por algo o alguien no es destructivo, aunque, si por alguna razón lo vivimos de esta forma, quizá si sería buen momento para replantearse si es necesario o no en tu vida.
Nos gusta tenerlo todo bajo control, pero la mayoría de ocasiones es una trampa mortal y puede hacerte sufrir mucho.
¿Qué significa exactamente el desapego?
Podríamos definir el desapego tal y como lo escribe el Diccionario de la Real Academia Española: Falta de afición o interés, alejamiento, desvío.
Pero no me parece una definición demasiado acertada así que para aclarar mejor qué significa, te daré sus bases.
• La autonomía
Te quiero, pero no te necesito. Suele pasar que la mayoría de las personas que buscan desapegarse, por ejemplo, de su pareja, toman la decisión de romper su relación. Precisamente el desapego trata de ser capaz de conocer los límites y erradicar toda dependencia emocional que te una a esa persona o cosa. Es decir, tú eres un ser independiente, que decide de forma intencionada compartir tiempo, cariño y tu atención con esa pareja, con ese hobbie, con ese animal, con ese objeto…
• La responsabilidad
No dejo mi felicidad en tus manos. Es decir, tengo mucho aprecio por ese objeto, esa idea o esa persona, pero su ausencia no me quita la felicidad. Asumo mi propia responsabilidad, soy libre y consciente de que mi bienestar no depende de ello.
• La no permanencia
Nada es permanente, todo cambia y se transforma. Lo que hoy es, puede mañana no ser. Vivir en el presente y no buscar adelante, ni atrás la seguridad. No aferrarse a lo que ahora se está dando y dejar que todo fluya. No hay nada eterno.
Ejercicio de desapego en 5 pasos
- Identifica el sentimiento (asociado con el objeto, asunto o persona)
- Pregúntate: ¿qué propósito cumple en mi vida?
- Pregúntate: ¿Todavía cumple ese propósito?
- Agradece (lo que en su momento hizo por ti)
- Déjalo ir (sintiendo gratitud)
Puede que en un principio lo leas y te parezca complicado, pero créeme, si lo interiorizas y eres capaz de sentirlo profundamente, es un ejercicio muy sencillo que te liberará de todas esas cosas que hoy te atan por completo.
El sólo hecho de arrojar luz a tus dependencias te ayudará a dar un paso en el camino del desapego.
Si necesitas más ayuda, te recomiendo leer mi libro “Despierta tu Diosa Interior“. Será ideal como complemento y además, en el libro también se trabajan prácticas y reflexiones importantes para llevar a cabo el desapego, así que te encantará estoy segura.
Espero que te guste, te ayude y te inspire mucho.
¡Un abrazote enorme y hasta la próxima!
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