¿Cómo encontrar el significado de la vida?

Casa, trabajo, trabajo, casa. Un día tras otro, las mismas caras, las mismas responsabilidades. Pero tu tienes una mente inquieta y a veces te preguntas cuál es el significado de la vida, quieres darle un sentido más allá de esa rutina que a veces te asfixia.

¿Quién narices soy yo? ¿Hacia dónde me dirijo? – Son algunas de las preguntas que te rondan por la cabeza.

Y lo que es aún mejor, tienes algo dentro, una sensación de vacío inmenso y abrumador dándote sacudidas.

Hace tiempo que no paras. No paras de buscar mejorar tu vida, de esforzarte, de dar lo mejor de ti… Aún así, no te sientes al 100% satisfecha.

¿Cómo encontrar el significado de la vida cuando sientes que no te pertenece?

Cuando crees que estás atada de pies y manos, dejándote llevar, recibiendo todo lo que te llega con un escudo y creyendo que nada puede ir peor, todavía tienes fe.

Crees en ti, sabes que en tu interior hay un potencial maravilloso y que por circunstancias de la vida, no te estás permitiendo brillar.

Bienvenida cariño, ponte cómoda, porque hoy tu y yo vamos a descubrir todos tus propósitos.

¿Cómo darle un sentido a la vida?

Cuando nacemos, venimos a este mundo limpias, sin miedos, sin aspiraciones, sin agobios. Nos dejamos llevar y únicamente buscamos cubrir nuestras necesidades básicas: alimento, descanso, higiene y amor.

Somos sencillas, sin más.

Según vamos creciendo nos volvemos un poquito más exigentes y nos hacemos muchísimas expectativas.

Nos olvidamos de que lo que necesitamos, lo tenemos. Si, incluso el amor: dentro de nosotras mismas.

1. El amor como base de todo

Amor no significa únicamente vivir en una relación de pareja. Aunque, por supuesto, encontrar un compañero de viaje siempre es grato, cuando esa relación es sana y respetuosa claro.

El amor cobra sentido cuando, para comenzar, te amas a ti misma. El autoconcepto que tienes va a jugar un gran papel, ¿qué piensas de ti?

Sé compasiva, perdónate, eres responsable de tus pensamientos y afortunadamente, puedes elegir.

Decide verte de forma amorosa y todo empezará a cobrar significado.

Tú, como todos los seres de este planeta, eres importante y tienes un lugar importante en él. Formas parte.

Amor es un sentimiento de gratitud hacia la existencia, una forma de expresión, una emoción de plenitud, de encantamiento.

Lo único que existe es esto, el ahora.

Mantente presente observando y siendo consciente de que este es el instante más bonito de tu vida, porque ese instante es todo.

2. El propósito sin control

Debes de considerar que el universo (Dios, Buda o como lo quieras llamar) es quien conforma todo. Nosotros somos grandes, pero a la vez taaaaan pequeños. Pero somos pieza clave en esta gran aventura.

A veces ponemos demasiadas expectativas en los resultados de lo que hacemos y nos olvidamos del proceso de lo que hacemos, olvidamos disfrutarlo y nos anticipamos.

Está genial que tengas metas, que te plantees nuevos objetivos cada poco tiempo, esa ilusión dará un mayor sentido a tu día a día, pero no le dará significado a tu existencia. Eso es algo más profundo.

No te apegues a esos sueños y mantén tu mente flexible a los cambios. Todo lo que te llega, está diseñado para darte algo: una idea, una alegría, un nuevo camino, un aprendizaje…

El guión de tu película tiene dos directoras, una serás tú y la otra, nadie sabe. Por supuesto, serás la protagonista y espectadora de todo. Curioso ser ambas a la vez, ¿no te parece?

3. El tiempo en el que no hay tiempo

¿No te ha pasado nunca eso de que estás haciendo algo y cuando te quieres dar cuenta han pasado horas? Eso es mágico y se dice por ahí que se llama “flow“, que viene de fluir.

En ese estado de flow, estás tan atento a lo que estás haciendo que parece que no existe nada más que eso. Esa actividad entonces, te estará dando alguna pista sobre alguno de tus propósitos en esta vida.

Algo que pasamos por alto son nuestras fortalezas, aquello en lo que destacamos, en lo que nos sentimos con verdadera destreza, que lo hacemos sin dificultad alguna y con todo el amor del mundo, disfrutando.

Reconocer tus fortalezas te ayudará a descubrir el sentido de la vida, de tu vida.

Aprender a fluir en la rutina diaria es fundamental para saborear los pequeños detalles y exprimir al máximo todo lo que tienen para aportarnos. De los malos momentos, haremos zumo de experiencias. De los buenos, batido de sonrisas. Pero todo nos alimenta.

4. Observa atentamente y respira lentamente

Relájate, dale espacio a la mente para no trabajar. No permitas que ella te controle. Busca la forma de observarla, de ser consciente de lo que te dice.

Date tiempo para pararte a mirar qué sucede alrededor tuyo. Mira a las personas, cómo se mueven. Mira a los árboles o mira las nubes. Busca el silencio que hay detrás de todo sonido. Siente tu cuerpo, tu respiración, tu palpitar, el ambiente, la vida.

A veces permanecemos ensimismadas con nosotras mismas, con nuestro ombligo, con lo que a mi me duele, lo que a mi me pasa, lo que yo quiero o lo que yo tengo.

Esa vocecilla no eres tú realmente, no es más que tu ego, alguien que se hace pasar por lo que eres en realidad.

Te recomiendo que comiences con actividades como la meditación o el mindfulness. (Haz clic aquí para saber más)

5. Deja tu huella, mantente auténtica

Olvida el qué dirán, nadie será más cruel contigo que tú misma, te lo aseguro. Así que procura mantener a ralla a esa vocecilla y déjate ser.

Una vez descubiertos tus talentos, hayas aprendido a vivir el presente, mires la vida desde el amor y no desde el miedo y te hayas desapegado de los resultados estarás lista para aportar lo mejor de ti al mundo.

No tienes por qué convertirte en premio Nobel o en Teresa de Calcuta para dejar una huella en la historia y repercutir positivamente en los demás.

Puedes crear resonancia en tu círculo de amistades, marcar la diferencia en tu puesto de trabajo o ser aquella chica que alguien se cruzó en el tren y le cambió el día con su sonrisa.

Tú, siempre serás tú y como tú no habrá nadie.

Eres única y lo que puedes aportar es grandioso, sea lo que sea.  Así que no nos prives de recibirlo y comienza desde YA a valorarlo.

Y sin más me despido por hoy y te invito a seguirme en las redes sociales para continuar en contacto conmigo. Si te apetece compartir tu punto de vista o preguntarme alguna cosa, tienes abajo la posibilidad de hacerlo dejando un comentario.

¡Muchísimas gracias por leerme y hasta pronto!