¿Te enfadas con facilidad?
¿Cuando algo no te gusta te invade un sentimiento repentino violento e incontrolable?
Tranquilo, porque tiene solución.
Si alguna vez has sentido una de estos sentimientos antes de explotar sigue conmigo:
- Ira
- Frustración
- Odio
- Resentimiento
- Impotencia
- Dolor
- Incomprensión
Estos son los detonantes más usuales que nos provocan un estado de nervios y nos hacen descontrolarnos.
Las anteriores emociones negativas despiertan la agresividad y nos hacen perder el control sobre nosotros mismos, pero no suelen eliminar esos sentimientos negativos que nos hicieron ponernos así.
Por esa razón… ¿Para qué nos sirven esos arrebatos?
Son una forma de desahogo, aunque no la más indicada ya que por lo general, nos traen más problemas que soluciones.
A menudo incluso haremos sentir mal a alguien que presencie este ataque de mal genio porque…
Reconozcámoslo, a veces hasta damos miedo en ese estado de enajenación, ¿verdad?.
¡Pues ya está bien de enfados y malas reacciones!
Vamos a aprender cómo controlar el mal genio en tan sólo 4 pasos.
¿Cómo controlar el mal genio?
Pongámonos manos a la obra, ¿estas listo?
Necesito que pongas todos tus sentidos aquí y estés dispuesto realmente a controlar ese mal genio que habita dentro de ti.
Comprométete ahora mismo contigo mismo diciendo en voz alta: “Quiero controlar mi mal genio“.
Ponle cara, nombre e imagínalo como si fuera tu peor enemigo porque es la razón de tu batalla interior.
Por ejemplo, al mío le visualizo como un cuervo y le he llamado Gargamel, como el malo de los pitufos 😛
1 – ¿Por qué expreso mi mal genio?
Lo primero y más importante es identificar qué es aquello que nos provoca esa explosión de ira.
Localizar cuáles son nuestros puntos débiles.
¿Cuál suele ser la chispa que enciende tu llama?
¿Qué cosas me sacan de mis casillas exactamente?
Tómate tu tiempo para reflexionar sobre ello, es importante.
No te avergüences y reconoce qué te enfada tanto, autoanalízate.
Seguro que tienes momentos en los que te enfadas con mayor facilidad, personas que te sacan de quicio o situaciones que te hacen sentir especialmente incómodo.
Busca estos detonantes e identifícalos.
Escríbelos en papel, tenlos siempre presentes.
A mi Gargamel interior, por ejemplo lo despiertan las prisas, las injusticias o incluso las enfermedades
2 – Especial alerta en los momentos detonantes
Saber qué es lo que saca a relucir tu mal genio hará que cuando detectes que esa situación se acerca, estés preparado para enfrentarla de otra forma distinta.
Ya has dado un gran paso, que es reconocer cuándo te invade ese mal pronto, ahora lo tienes mucho más fácil para controlarlo.
Ahora es el momento de pasar a la práctica.
¿Estas preparado?
¡Espero que si!
3 – Momento de reflexión, punto de inflexión
Bien, cuando llegue la hora de la verdad, cuando se acerque ese momento detonante que te hace sacar el mal genio interno…
Procura darte unos segundos antes de reaccionar.
Con esto, lo que haremos es dar una pequeña tregua a nuestra pasional respuesta.
El cerebro humano necesita al menos de 3 segundos para decidir, para actuar de forma sensata y no por acto reflejo.
De ahí que te pida que en el momento que algo te enfade, te cabree , te enoje de sobremanera…
Respira, tan solo eso.
Toma aire muy suavemente, suéltalo muuuuy lentamente y haz una pequeña cuenta atrás.
5…4…3…2…1…
Deja tu mente en blanco.
4 – Piensa con la cabeza, camina con los pies
Una vez hayas hecho esa pequeña respiración profunda y consciente y la cuenta atrás alla terminado te sentirás algo mas tranquilo.
Ahora es momento de actuar coherentemente.
Sabes que gritar, golpear, enrabietarte, etc, no sirve para anda, no funciona, no nos sirve.
Ok, busquémos entonces la forma de sobrellevar la situación, ¿quieres?
Puedes preguntarte cosas como:
- ¿Qué puedo hacer yo por cambiar la situación?
- ¿Qué consejo le daría a un amigo que se sintiera así?
En denifitiva…
Controlar el mal genio sólo depende de ti
Para conseguirlo, mi consejo es que sigas los anteriores 4 puntos y que enfoques tu día a día en sentirte más feliz, más relajado y mas en paz contigo mismo y con el mundo.
¿Cómo puedes enfocarte en eso? ¡Fácil!
Practica la meditación, algún deporte tipo taichi o yoga, lee y preocúpate por tu crecimiento personal.
Puedes leer o ver el vídeo donde te doy un empujón para tomar el rumbo de tu vida haciendo Clic Aquí
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¡Ojalá y pronto comiences a controlar tu mal genio gracias a estos 4 pasos!
Te mando un abrazote enorme cargado de buenas energías 😉
¡Hasta pronto!
Santiago dice
Hola tengo un pronto que no controlo y después de reaccionar mal, me doy cuenta de lo mal que he actuado y de lo mal que se sienten las personas que me rodean ( mi novia y mi madre ) y yo lo paso bastante mal pero sobre todo ellas. Y es que no lo controlo y es casi por cualquier cosa. Necesito ayuda la verdad. Porque cuando me doy cuenta, ya es tarde y ya he hecho pasar un mal rato a mi madre y a mi novia. Y me pasa con frecuencia, casi a diario. Bueno un saludo.
Lorena Molinero Martín dice
¡Hola Santiago!
Te recomiendo muchísimo practicar Mindfulness, ayudará mucho a ser más consciente de tus emociones en el momento en el que surgen y de esa forma tendrás más espacio para decidir cómo quieres responder ante las situaciones en lugar de reaccionar. En mi canal de Youtube tengo varios vídeos sobre este tema, soy life coach y facilitadora de Mindfulness y meditación, ofrezco sesiones personalizadas y organizo bastantes talleres presenciales que seguro te ayudarían. No sé exactamente tu localización actual, pero estoy segura de que puedes encontrar libros, grupos presenciales y recursos suficientes para poder mejorar ese aspecto de ti mismo.
¡Un abrazote enorme y no dudes de que si quieres, puedes pulir ese rasgo que ahora te acarrea inconvenientes en tus relaciones sociales! Gracias por pasarte por aquí 🙂
JOSÉ LUIS dice
Gracias por tu enseñanza. En el futuro tendré en cuenta tus consejos, ya que, para mi que padezco este mal, y me traen muchos problemas de convivencia, son vitales. Más que las pastillas relajantes.
Muchas gracias y saludos.
Lorena Molinero Martín dice
Me alegro de que te haya sido de ayuda. Desde luego, es un tema que puede influenciar negativamente en todas nuestras relaciones. ¡Ánimo! Poco a poco, pero con constancia 🙂