La vida moderna está llena de paradojas.
Una de ellas es la que vincula la evolución tecnológica con la soledad.
¿A qué me refiero con esto exactamente?
Resulta curioso que en una era en la que tenemos acceso a una gran cantidad de medios de comunicación que nos permiten estar en contacto con otros casi las 24 horas del día, haya un enorme número de personas que se sienten solas.
Según estudios recientes, casi el 40% de las personas mayores de 65 años en España experimentan la sensación de soledad, aunque se trata de un fenómeno que está presente en todas las edades.
La soledad no deseada es la que se produce cuando la persona se encuentra insatisfecha sobre la calidad o la cantidad de los vínculos sociales que tiene.
Es decir que, por más que alguien tenga relaciones con otros individuos, igualmente puede estar padeciendo este tipo de soledad.
Las causas de este trastorno son muchas y, sin duda, hay algunos aspectos de la actualidad que lo potencian.
Se ha visto también que aumenta el número de personas que se sienten solas en las ciudades grandes en la que los vínculos son más volátiles.
Los nuevos tipos de familias menos numerosas, los hogares unipersonales y la tendencia a mantener relaciones menos duraderas (de usar y tirar, vaya) pueden ser algunos de los disparadores de la soledad no deseada.
Por supuesto, la situación por la que está atravesando todo el planeta ha favorecido que la soledad se apodere del corazón de muchos seres bellos: muchas personas trabajando solas desde sus hogares, la pérdida del espacio laboral como generador de vínculos y el desaliento de las reuniones y encuentros sociales prohibidas.
Todos estos elementos han generado mayor hostilidad, depresión, ansiedad y tristeza en los seres humanos en este último año.
¿Qué diferencia hay entre soledad no deseada y vida interior?
A la hora de abordar la problemática de la soledad no deseada, un concepto muy importante a tener en cuenta es el de vida interior.
Mientras que la soledad no deseada hace hincapié en la cantidad y calidad de los vínculos que las personas mantienen con el afuera (amigos, pareja, familia, etc.), la vida interior pone el acento justo en lo contrario.
Se trata de entender a los seres humanos como un todo complejo que está formado por el aspecto exterior y de vinculación social, pero también por el interior, es decir, el vínculo que la persona mantiene consigo misma.
La vida interior es la profundidad de los seres humanos, es ese lugar en donde las exigencias laborales y la vorágine de la ciudad quedan completamente suspendidas.
Se trata de ese espacio en el que la persona puede encontrar la calma y serenidad que necesita.
Es decir, el SER.
A esta dimensión podemos acceder a través de herramientas que nos ayuden a mirar “hacia adentro” y hacernos las preguntas correctas que nos lleven a mejorar nuestra calidad de vida en su totalidad.
La meditación, el yoga y la lectura de libros repletos de sabiduría pueden colaborar para mirar adentro, darse cuenta y empezar a hacer las paces con uno mismo.
¿Qué se puede hacer para evitar la soledad?
Vale, ya se ha visto que la soledad es uno de los principales males que afectan a la sociedad moderna.
Y es importante ir a la raíz de todo esto, porque no atenderlo produce consecuencias sobre la salud de las personas.
Por ejemplo, a nivel fisiológico, puede producir enfermedades coronarias y vasculares y aumentar el riesgo de sufrir gripes y neumonías.
¿Casualidades con esta situación que vivimos?
Bueno… Si me lees desde hace tiempo, sabrás que no creo en las casualidades, sí en las causalidades.
En cuanto a lo emocional, el aislamiento genera deterioro cognitivo, depresión, ansiedad y resentimiento.
La buena noticia es que disponemos de varios recursos eficaces para combatir y afrontar la soledad desde otro prisma.
¡Vamos a procurar subir nuestra vibración y no dejar que nuestro continente altere nuestro contenido!
¿Cómo afrontar la soledad no deseada?
● Reconocerla y entenderla: Siempre, el primer paso para combatir un trastorno es reconocer que lo padecemos. Desde la consciencia es mucho más simple actuar para mejorar nuestra condición. A veces, un amigo o un familiar pueden ayudarnos a entender nuestras sensaciones. En otras ocasiones, se puede recurrir a la ayuda de un profesional.
● Haz conexiones con otras personas: Encuentra alguna actividad o hobby que te guste y conecta con personas que hagan lo mismo. Puede ser un club de lectura, un grupo de costura, una clase de baile, de yoga, etc. Lo importante es optar por aquello que te apasione y no hacerlo solo. Verás como, poco a poco, los vínculos comenzarán a surgir.
● Cuida tu cuerpo: Para mejorar el aspecto emocional, también es importante cuidar al cuerpo. Tener una alimentación saludable y variada, hacer ejercicio y procurar contar con la cantidad necesaria de horas de sueño. Esto hace que estés más enérgico y alegre para conectar con los demás. Practica la respiración consciente, la oxigenación óptima es necesaria para que el cerebro pueda llevar a cabo sus funciones como es debido.
● Utiliza las redes sociales: Este punto es muy personal y su aplicación dependerá de cada uno. Para algunas personas, las redes sociales solo hacen que se sientan más solos y deprimidos. Si estás en este grupo, por supuesto, olvídate de ellas. Pero, si eres de los que las utilizan para estar en contacto con familiares, amigos y hasta una pareja, puedes usarlas con moderación para fomentar y alimentar estos vínculos o encontrar nuevos grupos con personas afines.
● Busca apoyo: A veces es difícil salir de un trastorno solo, por eso hay que darse cuenta de cuándo necesitas la ayuda de otros. Ya sea de un profesional o de un familiar o persona cercana, es importante que dispongas de alguien con quien hablar de tus sensaciones y sentimientos.
¿Cómo se puede vivir con la soledad?
En el sur de Corea, utilizan la palabra Honjok para denominar a aquellas personas que disfrutan de ser solitarias.
Y es que, si bien la soledad puede resultarnos un poco incómoda e indeseada por momentos, también podemos aprender a quererla y absorber todas sus ventajas.
Aprender a sobrellevar la soledad puede costarnos un tiempo, pero cualquier trabajo que se haga con este fin merecerá desde luego todo lo invertido en conseguirlo.
Hay algunos tips que puedes aplicar para vivir en soledad y feliz, por ejemplo:
● Piérdele el miedo a la soledad: Deja de asociarla a algo negativo y entiéndela como un regalo para conectarte contigo mismo y conocerte mejor. Nada mejor como aceptar la soledad, encontrarte de frente con ella y decirle, aquí estoy, soy toda tuya.
● Aumenta tu autoestima: Cuando te sientes bien contigo, estás seguro y confiado, es mucho más fácil disfrutar los momentos de soledad. Aprender a amarte y aceptarte tal cual eres, va a ayudarte a encontrarte más cómodo en los silencios.
● No te evites: A veces, tratamos de estar en contacto con personas constantemente porque, estar solos, nos enfrenta a nosotros mismos. Es importante no auto evitarse, sino más bien utilizar los espacios de soledad para decirnos a nosotros mismos todo lo que no nos animamos a afrontar.
● Haz lo que te haga feliz: La felicidad no depende de nadie más que de nosotros mismos. Otra persona no te hará feliz si antes no eres feliz por ti mismo. Así que, ¡anda! Elige eso que te hace vibrar, eso que te pone la piel de gallina y te llena de adrenalina y ve por ese camino.
Ayuda psicológica online gratis
Todas estas herramientas y consejos son importantes pero, también es fundamental, que cuentes con la ayuda de un experto en este trastorno.
Recuerda que existen algunos sitios en los que puedes conversar con profesionales cualificados que te ayudarán a salir de la soledad de forma amable y compasiva.
Personalmente, te recomiendo Psonríe, un servicio que yo misma he probado donde puedes hablar con psicólogos online y gratuitamente.
¿Qué te van a ofrecer inicialmente? Un chat con un psicólogo donde podrás desahogarte gratis y plantearle tus preocupaciones.
¿Qué vas a poder conseguir? Ir a la raíz del asunto, comprender de dónde viene esa sensación de soledad y de qué forma puedes sanarla de una vez por todas.
Por ir de mi parte, vas a disponer de una serie de ventajas que otros usuarios no tienen, así que aprovecha esta ayuda psicológica online gratis, prueba sus servicios y me cuentas cómo te fue.
Estoy segura de que te van a sorprender sus resultados.
Gracias por pasar a leerme, te abrazo fuerte y profundo.
Con amor,
Leandro dice
Hola Lore, dejo el comentario para dar el presente, yo siempre me tomo la libertad de comentar, xd. Quería decirte que me parece interesante e importante este tema, más aún cuando la temática es tan vigente y preponderante en estos días y ya desde hace un tiempo… Me siento identificado con algunas cosas, por ejemplo la apatía que produce el encierro propio de esta soledad de la que hablamos, es difícil asumirlo pero sucede… Asímismo creo que es primordial y fundamental cuidar la salud física _Mente sana en cuerpo sano_ exactamente por el motivo que vos decís; nos ayuda a estar más a gusto con nosotros mismos y eso a su vez se transmite luego de forma positiva en nuestras posteriores o incluso actuales relaciones sociales de cualquier índole, porque el bienestar físico nos da autoconfianza, que es a veces lo que necesitamos son saberlo. A veces nos enfocamos en intentar cambiar tal o cuál conducta para ser más aceptados socialmente y sencillamente es más confianza en nosotros mismos lo que necesitamos, y el ejercicio físico nos fomenta eso. Así que el lema vendría a ser el siguiente: ¿Quieres mejorar tus relaciones interpersonales? – Haz ejercicio físico, xd. Bueno voy terminando mi reflexión del día de hoy, el tema da para largo… Y espero que se difunda material o contenido con este tipo de temas, que también son espirituales, son dudas. Un beso lore! Y voy a probar eso de Psonríe!
Lorena Molinero Martín dice
Maravilloso aporte querido Leandro, es todo un placer para mi leerte y saber que lo que comparto en cierto modo te hace sentido.
Sé que ahora más que nunca, se necesita de mucho amor, de mucho recordatorio de que “no estamos solos”, de que todos somos una gran familia humana y no tenemos por qué apartarnos de quienes nos ofrecen su ayuda.
Comparto absolutamente contigo esa perspectiva: Bailar, reír, cantar, jugar, divertirse, moverse, mantenerse activo, nutrirse mental, física y espritualmente y permitirnos fomentar la salud en vez de inocularnos del miedo que promueven los medios de comunicación convencionales.
Ahora más que nunca, hay que vibrar alto y no dejar que nuestro espíritu se amedrente. Mens sana in corpore sano! Como bien has dicho!
Un abrazote enorme y un millón de gracias por pasar por aquí a leerme 😉