La respiración es la función de nuestro cuerpo que nos permite estar vivos. Que nos aporta el oxigeno del exterior que necesitamos y expulsa los gases nocivos y que no necesitamos del cuerpo.
Hoy te quiero contar cómo puedes aprender a respirar mejor y cómo eso va a repercutir de forma positiva en tu salud.
Porque efectivamente, nadie nos lo enseña, y sin embargo, convertimos un propósito vital para nosotros en un automatismo. De ahí que no conozcamos ninguna técnica de respiración y solamos hacerlo de forma superficial y rápidamente.
Se dice que por minuto y en un estado de relajación, respiramos de media unas 15 veces, aunque esto varía si permanecemos en un estado de ansiedad o estamos haciendo deporte por ejemplo.
Tipos de respiración para practicar
Nos enseñaron que respiramos por los pulmones, pero no nos enseñaron que hay diferentes tipos de respiración y que ninguna es igual a la anterior. Cada inhalación y cada exhalación es diferente en profundidad, duración y lugar donde se localiza.
Respiración abdominal:
Nuestro abdomen se llena de aire al inhalar y se vacía al exhalar. Una buena forma de localizar tu respiración en esta zona es poniendo la mano sobre el abdomen y por lo general, se realiza más fácilmente en posición tumbada.
Respiración intercostal:
Se amplía nuestra capacidad torácica y se abren los costados hacia los laterales con cada inhalación. Igualmente cada exhalación se comprime y así se vacía de aire. Es profunda y tiene mucha más capacidad que la anterior.
Puedes poner ambas manos a cada lado de tus costillas y poner tu intención en que éstas se abran hacia los laterales cuando inhales y se compriman cuando exhales.
Respiración clavicular:
Se eleva la parte superior de nuestro pecho cada vez que inhalamos y baja cada vez que exhalamos el aire. Es más corta, superficial y la más común.
La reconocerás porque no cuesta ningún esfuerzo realizarla, nos sale de manera natural.
Respiración completa o respiración yóguica:
Se llama así cuando hacemos uso de las tres anteriores. Se trata de que nuestra inhalación llene de aire primero nuestro abdomen, después nuestro tórax y finalmente nuestra parte alta del pecho de forma suave y progresiva. La exhalación se lleva a cabo al revés, vaciando el pecho, después el tórax y finalmente el abdomen.
Se dice que es la más beneficiosa porque amplía nuestra capacidad pulmonar, aporta un plus de oxígeno a nuestro cuerpo, activa nuestra circulación sanguínea y tonifica el corazón.
“Una respiración profunda y lenta te proporcionará la memoria y la longevidad de los elefantes, uno de los animales más bellos del planeta Tierra”
¿Cómo respirar mejor? 3 Claves para Conseguirlo
Ejercicio de respiración para purificar tu cuerpo
- Colócate erguido, manteniendo la espalda recta. Es importante que alinees tu espalda y por eso, preferiblemente escoge una silla de respaldo y apoyo rígido, en la que no arquees tu espalda ni el hueso del coxis salga hacia atrás de forma exagerada.
- Introduce levemente la pelvis para conseguir direccionar el coxis hacia el suelo y baja levemente tu barbilla, estirando cervicales e imaginando que te tirarán de un hilo por la coronilla.
- Una vez en esta posición, toma aire por la boca llenando tu capacidad al máximo, pero sin forzar y expulsa el aire por la nariz.
Bastarán unos minutos para sentir en tu cuerpo sus beneficios. Te sentirás purificado a nivel interno, se tonificarán todos tus órganos y estarás listo para un mayor rendimiento.
Puede resultarte incómodo las primeras veces, pero de acostumbrarás un vez hayas hecho esta respiración anteriormente.
Ejercicio de respiración para desintoxicar el cuerpo
Colócate de pie, con los pies al ancho de los huesos de tus caderas, mueve tu pelvis hacia delante con intención de dirigir el hueso del coxis hacia el suelo, alarga tu espalda sintiéndola lo más erguida posible e inclina la barbilla levemente hacia abajo para extender tus cervicales.
- Toma aire por la nariz progresivamente y sin prisa llenando al completo tu capacidad de inhalación.
- Expulsa el aire por la boca en tres o cuatro ráfagas fuertes y cortas de exhalación, entrecortándola.
Quizá te sientas extraño practicando esta respiración al principio, pero seguro que te acostumbrarás.
Este ejercicio, practicado normalmente, reporta vitalidad, oxigenación, fortalece el tejido de tus pulmones, descongestiona tu sistema respiratorio, purifica las fosas nasales y ayuda para superar la ansiedad y el estrés.
“Así como respiras estará tu mente”
Ejercicio de respiración para concentrarse mejor
Se trata de mantener una respiración completa o yóguica durante más de 3 minutos y hacerla de forma rítmica.
Sentado, de pie erguido o tumbado, como más cómodo te sea, pero siempre sintiendo cómo la columna se alarga y está erguida:
- Inhala por la nariz profundamente llenando primero tu abdomen, después tus tórax y finalmente la parte alta de tu pecho tomando ese aire en 4 tiempos. Puedes contar mentalmente mientras lo haces, pero procura que el movimiento de inhalación sea fluído.
- Exhala por la nariz en 6 u 8 tiempos contando mentalmente y vaciando primero la parte superior del pecho, después vacía tu tórax y al final tu abdomen.
Esta respiración te hará entrar en un estado de calma, te ayudará a enfocarte más y a desarrollar tu concentración, ayuda a la presión sanguínea regulando tu pulso cardíaco, pacifica las emociones, la mente y el espíritu y relaja el cuerpo fácilmente.
Libros para aprender a respirar
- El pequeño libro de la respiración de Scott Shaw – Verlo en Amazon
- Cierra tu boca de Patrick G Mckeown – Verlo en Amazon
- Respirar la vida de Dan Brulé – Verlo en Amazon
- El arte de respirar de Danny Penmal – Verlo en Amazon
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¡Nos vemos por las redes sociales! Gracias por leerme.
Isabel dice
Me encanta…lo llevo a la práctica
Y funciona
Gracias
Lorena Molinero Martín dice
¡Gracias por pasar por aquí Isabel! Un abrazote enorme y a seguir con tu práctica, lo estás haciendo genial 🙂